Llega un niño a una farmacia y dice:
– Por favor, ¿un me da un desodorante?
Y el farmacéutico pregunta:
– ¿De spray?
– ¡No! De sobacos.

Un niño muy creído le dice a su padre:
– Papá, cuando sea mayor quiero ser como tú.
– ¿Por qué, hijo mío?
– ¡Para tener un hijo como yo!
– ¿Por qué, hijo mío?
– ¡Para tener un hijo como yo!

UN AMIGO A OTRO
-oye ¿te gusta mi disfraz de camaleón?
-¡¿QUIEN HA DICHO ESO!?
«Todos al nacer ya sabemos llorar, necesitamos aprender a reír».
anónimo
saludos…
Unas sonrisas siempre vienen bien, gracias ¡¡
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, por comentar 🙂 Saludos…
Me gustaLe gusta a 1 persona